Las ciudades del aprendizaje son un medio idóneo para lograr un fin anhelado por todos los que conocen y aprecian los principios del desarrollo sostenible, estas aprovechan todos los elementos que caracterizan las urbes de hoy y lo reenfocan en propiciar en sus habitantes un aprendizaje constante y para toda la vida. Teniendo muy claro que el aprendizaje es una habilidad intrínseca de cada ser humano y que el nivel de formación que se tenga es directamente proporcional a la calidad de vida de aquel que aprende.
Sin necesidad de profundizar mucho en el tema, al estudiar las ciudades del aprendizaje se hace evidente lo conveniente que estas pueden ser para el desarrollo de sus habitantes; sin embargo, es preciso conocer los desafíos que hay que superar para lograr convertir nuestras ciudades en eso que hemos teorizado.
Conocer los desafíos también implica toma acción para tratar de superarlos y poner en marcha la planificación necesaria. Este artículo detalla brevemente algunas de las ventajas y los retos que suponen promover ciudades del aprendizaje en países como el nuestro, donde las necesidades que hemos heredado y las que se crean frente a nuestros ojos son el principal desafío por vencer para poder poner en marcha este tipo de ciudad.
Las ciudades del aprendizaje han surgido como una propuesta innovadora para promover la educación mas allá de los ámbitos formales a los que estamos acostumbrados, (Escuelas, universidades, institutos, entre otros.) esta nueva forma de ver la educación, parte de los elementos que caracterizan las ciudades contemporáneas, las cuales cuentas con una enorme lista de escenarios que se ajustan a la diversidad étnica y sociocultural que las componen.
Aprovechando esta variedad de posibilidades de aprendizaje, las ciudades tienen el potencial de promover la formación integral de los individuos que habitan en ella. Por supuesto es necesario una planificación exhaustiva y a largo plazo para logara convertir una maza amorfa de personas en un sistema inteligente que promueva calidad de vida y sostenibilidad.
Según (Morales y Mezquita. 2018), La Ciudad Educadora es un nuevo modelo educativo urbano. Muchos piensan incluso que es el modelo de ciudad del futuro. Un patrón educativo de lo público. Este autor deja entre dicho que hay que recorrer un amplio camino para convertir este tipo de proyecto en algo actual y que sea asequible para todos.
Al ser una propuesta relativamente nueva, muchos aún desconocen el verdadero alcance y potencial que tiene la planificación y organización de un espacio urbano con la intención de que este sea un escenario educativo. En ese sentido (Ramírez, 2020) sostiene que la ciudad es un recurso con muchas posibilidades educativas; su utilización en la enseñanza aprendizaje en la formación del ciudadano, puede abordarse desde diferentes puntos de vista que deben estar enmarcados en diversas disciplinas.
Esta posibilidad de formar al ciudadano en diversos ámbitos la hace aún mas atractiva y propicia para solucionar los principales problemas que se observan en las grandes ciudades de nuestro país, por lo que en el caso de la República Dominicana surge una gran oportunidad de pensar y planificar las ciudades con este enfoque, pues aunque no se logre transformar en un corto o mediano plazo, al menos las mediadas se enfocan en un objetivos que promueve el desarrollo sostenible.
Aunque hasta ahora se han destacados lo importante de las ciudades del aprendizaje es preciso analizarlas desde diferentes perspectivas para destacar, tanto fortalezas como debilidades que pudieran presentarse en este tipo de proyectos. Uno de las dificultades o limitaciones que impiden que mas ciudades adopten este modelo es la desigualdad; termino que se debe interpretar en todo el ámbito de la palabra, para evitar estancarnos en lo económico.
(Jordán et al, 2017) sostiene que la marginalización de ciertos grupos ha formado parte del proceso de urbanización de los países de la región, lo que se evidencia en grandes sectores caracterizados por la presencia de tugurios urbanos, frecuentemente localizados en la periferia de las ciudades, pero también en zonas deterioradas de estas. Esta desigualdad también se evidencia en nuestro país, lo que preocupa a los que se detienen a pensar sobre el futuro, ya que no se perciben intenciones de mejorar esta tendencia que inició el siglo pasado y aun hoy en pleno 2023 se vislumbra una solución.
En este sentido (Cabrera, 2022) dice que, si los gobiernos locales desean tener una gestión de éxito en relación con el espacio urbano, es preciso contar con una mirada y una perspectiva de largo alcance. Se deben planificar y gestionar los planes y proyectos preferentes en el marco de una visión estratégica. Al analizar esta postura se hace evidente el rol que tiene la clase política al momento de promover ciudades sostenibles y propicias para la formación de sus habitantes. Esta visión macro y a largo plazo no es la principal cualidad del político dominicano que centra sus esfuerzos en suplir las necesidades inmediatas de la población, estas necesidades básicas de alimentación, salud, seguridad, entre otras, acaparan todos los esfuerzos y recursos, dejando en un segundo plano la planificación de las ciudades y la posibilidad de suplir las necesidades resaltadas anteriormente partiendo de un sistema organizado para ser sustentable y sostenible.
Luego de conocer un poco sobre las características de las ciudades del aprendizaje, las ventajas que proporcionan y los diferentes aspectos de la vida moderna en la que estas tendrían una influencia positiva, surge la pregunta. ¿De qué forma podemos promover un modelo similar en nuestra comunidad? Ya que la experiencia ha mostrado, sobre todo a los dominicanos, que este tipo de proyectos no se le debe dejar únicamente al estado o a los políticos que pretenden guiar las riendas del país en los próximos años.
Ese es el enfoque que como profesionales de la educación debemos tener para evitar que lo que aprendemos y transmitimos no solo sea un discurso vacío, repleto de promesas y buenas ideas.
Desde el escenario que ocupa el maestro se pueden hacer muchas cosas para promover en los estudiantes el interés de ponerse en marca para luchar por sus comunidades y encender desde las aulas una chispa con el potencial de transformarse en un fuego genere cambios positivos en su entorno.
La idea que se quiere transmitir es que a pesar de los desafíos que representan, es necesario promover la formación necesaria para que tanto estudiantes como maestros, y ciudadanos en general, vean como posible y realizable proyectos como ciudades del aprendizaje.
Referencias
Cabrera, J. V. S. (2022, 29 julio). 10 motivos para una planificación urbana sostenible. Geoinnova. Recuperado 17 de febrero de 2023, de https://geoinnova.org/blog-territorio/10-motivos-planificacion-urbana-sostenible/
Jondan, R. Riffo, L. Prado, A. (2017). Desarrollo sostenible, urbanización y desigualdad en américa latina y el caribe. https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42141/1/S1700701_es.pdf
Morales Navarro, G., & Gómez, R. M. (2018). La importancia del contexto educativo: la ciudad educadora. Avances En Supervisión Educativa, (29). https://doi.org/10.23824/ase.v0i29.612
Ramírez, A. G. (2020), La ciudad como recurso educativo en los procesos de participación e integración socio-urbana. https://www.redalyc.org/journal/3768/376865021010/html/
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