Introducción
El uso de la energía es un tema cuya importancia es fundamental para el proceso formativo de nuestros educandos, ya que este forma parte importante de los contenidos curriculares de ciencias, tanto en el nivel primario como en el nivel secundario.
Además de ser un componente neurálgico entre los contenidos que promueven el fortalecimiento de las competencias científica y tecnológicas para impulsar a través de estas un cambio de comportamiento con relación al uso de este recurso tan importante en el desarrollo de nuestra sociedad, dicha característica hace de la energía y su uso un tema de interés cuyo abordaje es fundamental para satisfacer las necesidades básicas de los ciudadanos del siglo XXI.
El presente artículo aborda de forma general la importancia del manejo de este contenido y sus implicaciones en el proceso de desarrollo académico de los estudiantes, llegando finalmente a su repercusión y su papel en el desarrollo de nuestro país. Un salto que a primera vista parece exagerado pero que pretendo demostrar a lo largo del texto.
Desarrollo
Antes de abordar aspectos más específicos, es necesario conocer el nivel de impacto que tiene la aplicación apropiada del tema de la energía sobre el cambio de comportamiento de los educandos y por supuesto, la influencia de esto en el entorno y como contribuye a la promoción del desarrollo sostenible.
Una vez se manejen los aspectos teóricos y científicos que se abordan o “se deben” abordar en los salones de clases, también es necesario reconocer otro punto cuyo dominio por parte de los estudiantes y maestros es un llamado de atención para poner todo el empeño al abordaje de los contenidos y ver en ellos un potencial más allá de una calificación. Este aspecto consiste en entender la situación actual del uso de la energía, a nivel local, nacional y mundial; partiendo de estos datos es posible reconocer la envergadura de este tema y sus implicaciones en el modo de vivir de miles de millones de personas.
En este sentido (La Comisión Nacional de Energía, 2015) sostiene que, en lo que respecta a la demanda de energía, los datos indican que en los últimos años ha experimentado un crecimiento de 25.1 % acumulado, al pasar de 481.2 MTep en 2005 a 602.0 MTep en 2014. Los sectores de mayor demanda en el año de análisis fueron transporte e industrial, Con una participación de 38.3 % y 33.4 % en la demanda total.
Estos datos nos muestran la tendencia de crecimiento que tiene el uso de la energía a nivel nacional, lo que trae consigo una gran cantidad de implicaciones, tanto a nivel social, ambiental como económico, una razón mas que suficiente para ser abordado desde las escuelas para promover desde ahí la formación de estudiantes conscientes, propositivos y activos frete a la realidad que vive nuestro país, donde el crecimiento económico se ha reflejado directamente en al aumento de la demanda energética, lo que trae consigo un cambio de forma de vida en los dominicanos.
A nivel nacional se han propuesto varias iniciativas para incentivar el uso eficiente de la energía, un ejemplo de esto se establece en la (Ley de eficiencia energética y uso racional de la energía, 2020) En su artículo 4, acápite L, Realizar acuerdos especiales con el Ministerio de Educación para la siembra de conocimientos y hábitos en los educandos y educadores.
Un punto fundamental abordado en esta legislación es la formación de educadores y su rol en este proceso formativo. Este aspecto requiere especial atención ya que, según varios autores, el pobre dominio del tema de la energía por parte de los facilitadores tiene un impacto directo con el nivel de aprendizaje del estudiante y por consiguiente no genera un cambio de comportamiento que promueva el uso adecuado del recurso. En este sentido (Cala, M., & Martínez, G. 2012). Establecen que son insuficientes los conocimientos sobre energía, los principales tipos y fuentes de energía en la naturaleza y la necesidad de su ahorro a nivel global, nacional y local.
Estos autores, hablan concretamente de Cuba, lugar donde realizaron su investigación; sin embargo, se ha observado el mismo patrón el países como la Republica Dominicana, ya que las carencias formativas de los maestros son el principal obstáculo para alcanzar la calidad educativa ideal en los estudiantes, un ejemplo de esto lo vemos en los planteamiento de (Doménech et al, 2001) quienes sostienen que se refuerza así la conjetura de que las dificultades de los estudiantes en la comprensión del campo de la energía pueden ser debidas, al menos en parte, a carencias en la orientación de su enseñanza como las que hemos detectado.
Estos datos son un llamado de atención, a todo aquel que reconozca que la energía es recurso que sostiene el estilo de vida moderno, ya que esta está presente en casi toda actividad humana, a través de las herramientas, tecnológicas que a lo largo de los años han moldeado nuestras ciudades, casas y por su puesto nuestra forma de interactuar con el mundo.
Decir que maestros y estudiantes no manejan mínimamente los contenidos relacionados a la energía, es también decir que hay deficiencias en todas las ramificaciones que surgen de este tema, (Física, electrónica, computación, robótica, mecánica, entre muchas otras más). Un dato preocupante sobre todo cuando sabemos el potencial que tiene cada una de esas áreas en la promoción del desarrollo sostenible y en su rol en la lucha constante para salir del subdesarrollo que limita significativamente el índice de desarrollo humano (IDH) de nuestro pueblo.
Conclusión
Finalmente, puedo afirmar sin temor a equivocarme que el manejo de este tema es un indicador de que tan bien o mal vamos a nivel educativo y específicamente, en lo que tiene que ver con ciencia y tecnología. Ya que al ser un tema que sirve de base para el domino de otros más complejos, el currículo de contenidos debe partir de ahí para posteriormente pasar a aspectos más prácticos y operativos.
En otras palabras, es como pretender manejar cálculo sin conocer las operaciones básicas de matemáticas, por lo que su dominio debe ser una prioridad tanto para los maestros como para los estudiantes, pues según lo observado a lo largo del artículo, hay deficiencias importantes en el manejo de este tema a pesar de los esfuerzos realizados a través la promoción de legislaciones que incentivan de alguna un otra forma la enseñanza de la energía y su impacto directo e indirecto en el modo de vida de las personas.
La comunidad educativa y sobre todo los maestros deben tener presente que la formación académica en aspectos técnicos, metodológicos y de didáctica se traducirán finalmente en estudiantes mejores formados y preparados para enfrentar los desafíos que hoy enfrenta nuestra sociedad. Demanda de profesionales capacitados en áreas que no existían hace 10 años. Todas ellas son ramificaciones que parten de la energía como tema fundamental.
Bibliografía
Comisión Nacional de Energía. (2015). Diagnóstico Energético de la República Dominicana
Doménech, Josep & Pérez, Daniel & Gras-Martí, Albert & Torregrosa, Joaquín & Salinas, Julia. (2001). LA ENSEÑANZA DE LA ENERGÍA EN LA EDUCACIÓN SECUNDARIA. UN ANÁLISIS CRÍTICO. Revista de Enseñanza de la Física.
Ley de eficiencia energética y uso racional de la energía (2020)
Cala, M., & Martínez, G. (2012). Sistema de actividades que contribuya a la educación energética para el desarrollo local en los alumnos de sexto grado desde ciencias naturales.
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